miércoles, 3 de abril de 2013

ENSAYO DE VENAS ABIERTAS

Cobarde he vuelto,  entre soles de verano y volchitos que gritan cansados promesas de políticos mentirosos y canallas. He vuelto entre risas de niños que me han prometido en silencio, a pesar de este impasible presente, mejores futuros. He vuelto como aire del sur, que cálido sopla bajo el Trópico de Cáncer a contracorriente por esta latitud. He vuelto como aullido  de locomotora, y observo admirada la esperanza que traen los que viajan sobre ella, buscando en otras naciones la tierra prometida, la esperanza perdida, la olla de oro al final del arco iris. He vuelto patética e irrisoria, ilógica pero sincera para decirme a mí misma, para ti.

He vuelto, vuelvo cada vez que un golpe de tristeza lacera mi orgullo, y un poquito de todo lo que no demuestro se me escapa por allí. Vuelvo cuando la desesperanza del mundo entero acude a mi, usándome de catalizador, de comodín. Vuelvo porque la cobardía de todos los vencidos me abraza y yo no se a donde ir.Vuelvo porque la sangre en mis venas ya no es suficiente para vivir. Como tampoco lo es el amor de aquél pobre tipo a quién no supe corresponder. Aquella única amistad sincera que continuamente desprecio y maltrato y le agradezco a los dioses  que siempre paciente soporta de mí. Vuelvo porque te extraño a ratos y te sueño siempre.

Escribo aquí otra vez porque estoy sola y así entonces, no hay razón para huir. Regreso cuándo aquél recuerdo deja de ser suficiente para sostenerme, cuando yo ya no puedo sonreírle al mundo, cuándo tú ya no piensas en mí. 

Te cuento que ya es abril, sin vacaciones de temporada. La semana dejó de ser "santa", el mundo estoico sonríe a la desgracia y el jazmín se niega a abrir. He vuelto, preocupada por mil cosas que mañana no tendrán la mínima importancia, agobiada por números, plazos y fechas marcadas, por aquellos que dejan de ser personas y empiezan a parecer maquinas.   

He vuelto para que sepas que aquí se llora, como llora el quetzal  atrapado en jaula de oro. Se llora en silencio desde el fondo del alma esperando tu regreso. Llorar sin lagrimas. Llorar de soledad entre tumultos de gente; todos están ahí pero nadie está contigo. Se llora porque tienes toda la esperanza del mundo pero no sabes que hacer con ella. Llorar porque aunque dentro de la jaula del quetzal todo es suficiente, sabes que fuera de ella la libertad es lo que es, libertad es belleza. Se llora porque (sin ti) el oxígeno no es suficiente para el alma herida que trepa, cansada la alambrada que cierra la ruta a Peumayen. Aquí se llora porque "No saber nada de la vida" siempre fue mejor a tu lado, y lejos de ti no se a donde ir, porque entonces el mundo entero me habla en otro idioma, y todas las señales se burlan, mentirosas, de mí.

Darme cuenta que mi libertad era caminar enganchada a nuestros ideales, presas de un futuro incierto, pero feliz.

Llorar porque son las 5:51 de un domingo que no vale nada, porque no se de ti.



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